Había una vez cuatro amigos que salieron de viaje y llegaron a un pueblo donde todos estaban vestidos de monstruos.
Los cuatro chicos estaban muy asustados porque los disfraces eran muy buenos, pero pronto se dieron cuenta que eran chicos disfrazados y ya no tuvieron miedo. Entonces esa noche se quedaron a dormir.
A la mañana siguiente los chicos les indicaron el camino de vuelta a casa.
Cuando llegaron a sus casas, se fueron directamente a comer.
Esta historia la inventaron: Mateo, Catalina, Agostina y Delicia.
Los cuatro chicos estaban muy asustados porque los disfraces eran muy buenos, pero pronto se dieron cuenta que eran chicos disfrazados y ya no tuvieron miedo. Entonces esa noche se quedaron a dormir.
A la mañana siguiente los chicos les indicaron el camino de vuelta a casa.
Cuando llegaron a sus casas, se fueron directamente a comer.
Esta historia la inventaron: Mateo, Catalina, Agostina y Delicia.
El hechizo de un mago en boliche
Había una vez dos amigos llamados Isidoro y Paturuzito que estaban jugando en un boliche y de repente apareció un Mago Conejo que quiso hechizarlos con su varita mágica, pero algo salió mal porque Isidoro, Paturuzito y el mago terminaron en una dimensión desconocida.
El Mago Conejo les dijo entonces que la única manera de volver al boliche era consiguiendo pilas nuevas para la varita mágica.
El mago estaba triste porque nada le salía bien, entonces Paturuzito e Isidoro sacaron tres pilas Y el mago volvió a hacer un hechizo. Y los tres regresaron al boliche
Esta historia fue creada por Lucas y Macarena
Había una vez dos amigos llamados Isidoro y Paturuzito que estaban jugando en un boliche y de repente apareció un Mago Conejo que quiso hechizarlos con su varita mágica, pero algo salió mal porque Isidoro, Paturuzito y el mago terminaron en una dimensión desconocida.
El Mago Conejo les dijo entonces que la única manera de volver al boliche era consiguiendo pilas nuevas para la varita mágica.
El mago estaba triste porque nada le salía bien, entonces Paturuzito e Isidoro sacaron tres pilas Y el mago volvió a hacer un hechizo. Y los tres regresaron al boliche
Esta historia fue creada por Lucas y Macarena
Los tres hermanos que siempre iban a la plaza
Había una vez una nena llamada Micaela y dos nenes uno llamado Javier y el otro Federico, que nunca se separaban, siempre juntos iban a la plaza y tampoco se peleaban.
Un día en la plaza se hizo de noche y se estaban divirtiendo tanto que no querían volver a su casa a comer.
Ya de regreso a su casa, se perdieron y se pusieron a llorar, juntos y abrazados temblaban de miedo. Pensaban que no volverían a ver a su mamá
Revolviendo sus mochilas encontraron una linterna, la prendieron y muy despacio buscaron el camino a su casa.
En el camino, sus familia que habían salido a buscarlos se encontraron. Se dieron entre todos enormes abrazos y vivieron felices para siempre.
Había una vez una nena llamada Micaela y dos nenes uno llamado Javier y el otro Federico, que nunca se separaban, siempre juntos iban a la plaza y tampoco se peleaban.
Un día en la plaza se hizo de noche y se estaban divirtiendo tanto que no querían volver a su casa a comer.
Ya de regreso a su casa, se perdieron y se pusieron a llorar, juntos y abrazados temblaban de miedo. Pensaban que no volverían a ver a su mamá
Revolviendo sus mochilas encontraron una linterna, la prendieron y muy despacio buscaron el camino a su casa.
En el camino, sus familia que habían salido a buscarlos se encontraron. Se dieron entre todos enormes abrazos y vivieron felices para siempre.
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